¿Qué es el yoga restaurativo?
El Yoga Restaurativo es una práctica de yoga suave y relajante que tiene como objetivo principal promover la relajación profunda y el equilibrio del cuerpo y la mente. Se centra en mantener posturas pasivas durante períodos prolongados, utilizando accesorios como bloques, mantas, cinturones y cojines para apoyar el cuerpo y reducir cualquier esfuerzo muscular.
Este estilo de yoga se basa en la idea de que el cuerpo tiene una capacidad natural de sanar y rejuvenecerse cuando se encuentra en un estado de descanso completo. Las posturas están diseñadas para calmar el sistema nervioso, liberar tensiones acumuladas y restaurar la energía.
Por lo general, una secuencia de yoga restaurativo incluye sólo cinco o seis posturas, asistidas por accesorios, que te permitirán relajarte completamente. Las posturas deben mantenerse durante 5 minutos o más e incluirán giros ligeros, pliegues sentados y flexiones suaves.
¿Cómo funciona el Yoga Restaurativo?
Los accesorios utilizados en esta práctica permiten mantener las posturas por períodos prolongados con un apoyo total, lo que promueve una relajación profunda y sin esfuerzo.
El enfoque principal está en la estimulación física, mental y emocional a través de la relajación en cada postura. Con la ayuda de elementos como bloques, pernos, mantas y abrazaderas, se elimina cualquier estrés o molestia, haciendo que la experiencia sea cómoda y accesible para todos.
Las clases son lentas y fáciles, diseñadas para brindar seguridad y comodidad. Las posturas se mantienen durante más tiempo, lo que permite al cuerpo y la mente entrar en un estado profundo de calma. Este estilo es ideal para complementar una rutina de yoga activa o para tomarse un descanso en días en los que no te sientes en plena forma.
Al relajarnos en posturas que estimulan una respuesta calmante, el sistema nervioso parasimpático se activa, reduciendo la tensión acumulada en el cuerpo. Esto genera beneficios físicos y emocionales significativos, mejorando tanto la salud física como el bienestar mental.
¿Cuáles son los beneficios del Yoga Restaurativo?
El Yoga Restaurativo ofrece numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. Uno de sus mayores aportes es la reducción del estrés y la ansiedad, al activar el sistema nervioso parasimpático, ayudando a calmar la mente y relajar tensiones.
Esta práctica mejora notablemente la calidad del sueño, induciendo un estado de relajación profunda. Es ideal para quienes enfrentan insomnio o problemas para descansar adecuadamente, proporcionando una experiencia de descanso más reparadora.
En el plano físico, es una herramienta efectiva para aliviar dolores crónicos y molestias leves, como tensiones musculares o articulares. También facilita la recuperación en momentos de fatiga o lesiones, promoviendo un descanso reparador.
Las posturas prolongadas contribuyen a relajar tejidos profundos, favoreciendo una mayor flexibilidad sin esfuerzo. Esto la convierte en una opción ideal para quienes buscan apertura corporal de forma suave y segura.
Además, equilibra el sistema nervioso, ofreciendo una sensación general de calma y bienestar. También fomenta la conexión mente-cuerpo, ayudando a desarrollar atención plena y a cultivar un estado de paz interior.
4 posturas del yoga restaurativo
No existen posturas específicas propias de esta práctica; más bien, se adaptan posiciones tradicionales de yoga utilizando accesorios para brindar mayor apoyo y comodidad. El objetivo es mantener cada postura durante períodos prolongados, permitiendo que el cuerpo entre en un estado profundo de relajación.
A continuación, te presentamos algunas de las más comunes en esta práctica:
- Postura del Niño con Soporte (Balasana): Siéntate sobre los talones y lleva el torso hacia adelante, apoyándolo sobre una manta o un cojín. Estira los brazos hacia adelante o déjalos relajados a los costados. Esta postura alivia la tensión en la espalda baja y promueve la relajación.
- Torsión Reclinada con Soporte (Supta Matsyendrasana): Acuéstate boca arriba, lleva ambas rodillas hacia un lado del cuerpo y usa una manta o cojín para apoyar las piernas. Esta postura ayuda a liberar tensión en la columna y calma la mente.
- Piernas en la Pared (Viparita Karani): Recuéstate cerca de una pared (o ayúdate de una silla) con las piernas elevadas y apoyadas en ella. Coloca una manta o un cojín bajo las caderas si necesitas más comodidad. Esta postura favorece la circulación y relaja las piernas cansadas.
- Savasana con Soporte (Postura del Cadáver): Acuéstate boca arriba con mantas bajo la cabeza y las rodillas para mayor apoyo. Permite que el cuerpo se relaje completamente. Es ideal para alcanzar un estado profundo de calma y restauración.