La Savasana, también llamada postura del cadáver, es una de las posiciones más reconocidas dentro del yoga. A simple vista parece sencilla: tumbarse boca arriba y quedarse quieto. Sin embargo, su profundidad reside en la capacidad de entregarse por completo al descanso consciente.
En la tradición del yoga, Savasana se realiza al finalizar la práctica. Su objetivo es permitir que el cuerpo asimile lo trabajado durante la sesión. Es un momento de pausa, donde la energía se equilibra y la mente se aquieta tras el movimiento.
Más allá de la relajación física, la postura del cadáver representa un símbolo de rendición y soltar el control. Al practicarla, aprendemos a dejar ir las tensiones, los pensamientos y la necesidad de hacer, para simplemente estar presentes en un estado de calma profunda.
Beneficios de Savasana para cuerpo y mente
La Savasana es mucho más que un descanso al final de la práctica. Su aparente quietud esconde un sinfín de beneficios tanto físicos como mentales, que la convierten en una de las posturas más valiosas del yoga.
A nivel físico, la postura del cadáver ayuda a liberar la tensión acumulada en músculos y articulaciones. Permite que el cuerpo se relaje por completo, facilitando la recuperación después de las asanas más intensas.
En el plano mental, Savasana reduce el estrés y la ansiedad. Al centrarnos en la respiración y en el momento presente, la mente se aquieta, lo que favorece la claridad y la concentración en la vida diaria.
Otro beneficio importante es la integración de la práctica. Durante estos minutos, el cuerpo asimila el trabajo realizado en la clase, equilibrando la energía y generando una sensación de bienestar profundo.
Cómo practicar Savasana paso a paso
Para disfrutar plenamente de la Savasana, lo primero es preparar el espacio. Busca un lugar tranquilo, sin interrupciones, con una temperatura agradable. Puedes usar una manta, un cojín o un mat cómodo que invite al descanso total.
Acuéstate boca arriba, estira las piernas y deja que los brazos reposen a los lados del cuerpo. En la postura del cadáver, las palmas miran hacia arriba y los ojos permanecen cerrados. Ajusta la posición hasta sentirte en equilibrio y sin tensión.
Lleva la atención a la respiración. Inhala de forma natural y permite que la exhalación sea cada vez más lenta y profunda. Poco a poco, siente cómo el cuerpo se entrega al suelo, soltando cualquier esfuerzo. La clave está en permanecer consciente, sin luchar contra los pensamientos.
Frases para leer en Savasana
Las palabras pueden convertirse en una guía suave durante la Savasana. Una frase breve, leída o recordada en silencio, ayuda a profundizar en la relajación y conectar con un estado de calma interior.
Escuchar frases inspiradoras en la postura del cadáver refuerza la idea de soltar y rendirse. Son semillas que invitan a confiar en el presente y dejar atrás la tensión.
Algunas frases para este momento son:
- “Suelta lo que ya no necesitas.”
- “El descanso también es parte de la práctica.”
- “Aquí y ahora, todo está bien.”
Estas sencillas palabras, repetidas mentalmente, pueden transformar unos minutos de descanso en un viaje de conciencia y paz.
Errores comunes en Savasana y cómo evitarlos
Uno de los errores más habituales en Savasana es quedarse dormido. Aunque parezca tentador, la intención es mantener la conciencia despierta mientras el cuerpo descansa, encontrando un equilibrio entre alerta y relajación.
Otro error frecuente es mantener tensión en hombros, mandíbula o zona lumbar. Para evitarlo, es importante hacer pequeños ajustes: separar ligeramente los brazos, soltar la lengua o colocar un cojín bajo las rodillas si hace falta.
A veces también se subestima la postura del cadáver, viéndola como un simple descanso. Sin embargo, darle la misma importancia que al resto de las asanas marca la diferencia en la práctica.
Lo mejor de esta postura es que puede practicarse en casa sin necesidad de experiencia previa. Es una de las posiciones más fáciles de hacer y, a la vez, una de las más transformadoras. En ella aprendemos el arte de rendirnos y simplemente estar.
El arte de soltar y rendirse en Savasana
La Savasana nos recuerda que no siempre necesitamos hacer más para avanzar. A veces, el verdadero progreso está en soltar, descansar y permitir que el cuerpo y la mente se regeneren en quietud.
Practicar la postura del cadáver es un regalo que podemos darnos a diario. En la esterilla o en casa, este espacio de silencio nos enseña a confiar, a dejar ir y a vivir con más calma.
En cada respiración consciente, la Savasana nos invita a reencontrarnos con lo esencial: la paz que siempre habita en nuestro interior.