Yamas y Niyamas: Ética y Práctica en el Yoga

¿Qué son los yamas y niyamas?

Los Yamas y Niyamas son principios éticos y disciplinas de conducta que forman parte del sistema del yoga, específicamente del Raja Yoga y los Yoga Sutras de Patanjali.

Constituyen los dos primeros pasos del óctuple sendero del yoga (Ashtanga Yoga), que busca guiar al practicante hacia el autoconocimiento, la armonía interna y la realización espiritual.

Yamas: principios éticos hacia los demás

Los yamas son normas éticas que guían nuestra relación con los demás y el mundo exterior. Se consideran como restricciones o abstenciones que promueven una convivencia armoniosa. Hay cinco yamas:

  1. Ahimsa (No violencia): Evitar causar daño físico, verbal o emocional a los demás o a uno mismo. Fomenta la compasión y el respeto.
  2. Satya (Veracidad): Hablar y actuar con honestidad. Ser fiel a la verdad y evitar el engaño.
  3. Asteya (No robar): No tomar lo que no nos pertenece, ya sea material, tiempo o energía. Fomenta la gratitud y la generosidad.
  4. Brahmacharya (Moderación o control de los sentidos): Dirigir la energía hacia fines más elevados. A menudo se interpreta como moderación, especialmente en los placeres sensoriales.
  5. Aparigraha (No posesividad): Desapego de lo material y del deseo de acumular bienes innecesarios. Promueve la simplicidad y la satisfacción.

mujer practicando yoga y yamas

Niyamas: disciplinas personales

Los niyamas son prácticas internas que guían la relación del practicante consigo mismo. Ayudan a cultivar la disciplina, la pureza y la introspección. También son cinco:

  1. Shaucha (Pureza): Mantener la limpieza del cuerpo, la mente y el entorno. Fomenta la claridad y la salud.
  2. Santosha (Contentamiento): Practicar la gratitud y estar satisfecho con lo que se tiene. Aceptar las circunstancias con serenidad.
  3. Tapas (Disciplina o esfuerzo): Cultivar autodisciplina y fuerza de voluntad para superar los obstáculos y comprometerse con la práctica.
  4. Svadhyaya (Estudio de uno mismo y de textos espirituales): Reflexionar sobre uno mismo y estudiar textos sagrados o filosóficos. Desarrolla el autoconocimiento.
  5. Ishvarapranidhana (Entrega a lo divino): Rendir los frutos de nuestras acciones a una fuerza superior, como Dios o el universo, y confiar en el proceso.

El propósito de los yamas y niyamas

Los Yamas y Niyamas son más que simples reglas; son principios diseñados para transformar nuestra vida desde adentro hacia afuera. Estas prácticas éticas y personales buscan alinear nuestras acciones, pensamientos y emociones con nuestra verdadera esencia.

A través de los Yamas, aprendemos a vivir en armonía con los demás y el mundo que nos rodea. Nos invitan a cultivar valores como la honestidad, la no violencia y el desapego, esenciales para una convivencia equilibrada.

Por otro lado, los Niyamas nos guían en la relación con nosotros mismos. Fomentan la pureza, la autodisciplina y la conexión espiritual, ayudándonos a crear un espacio interno de paz y claridad.

En conjunto, los Yamas y Niyamas actúan como un mapa hacia una vida más auténtica, plena y en armonía. Son el fundamento para avanzar en el camino del yoga y alcanzar la realización personal.

practicando niyamas de yoga

Su origen

Los Yamas y Niyamas tienen su origen en los Yoga Sutras de Patanjali, uno de los textos más influyentes del yoga, escrito aproximadamente en el siglo II a.C. Este tratado describe el Ashtanga Yoga (el óctuple sendero) como un sistema integral para alcanzar la liberación espiritual.

Estos principios éticos no surgieron como reglas rígidas, sino como guías para vivir en armonía con las leyes universales. Su propósito era ayudar al practicante a trascender los apegos del mundo material y encontrar la paz interior.

Los valores descritos en los Yamas y Niyamas reflejan ideas presentes en otras tradiciones filosóficas de la India, como los Vedas y el Jainismo, donde se destacaban la no violencia, la veracidad y el autocontrol como virtudes esenciales.

Su enfoque práctico y universal ha permitido que estos principios trasciendan el tiempo y la cultura, manteniéndose relevantes en la vida moderna para quienes buscan una vida equilibrada y significativa.

La Relación entre los Yamas y Niyamas

Los Yamas y Niyamas no son prácticas independientes; están profundamente interconectados y se complementan entre sí. Juntos, forman el fundamento ético y personal que sustenta el camino del yoga, ayudando al practicante a equilibrar sus relaciones externas e internas.

Por ejemplo, practicar Ahimsa (no violencia) en nuestras palabras requiere también la disciplina de Shaucha (pureza) en nuestros pensamientos, para evitar juzgar o criticar a otros mentalmente. De igual manera, el desapego de Aparigraha (no posesividad) encuentra un aliado en Santosha (contentamiento), ayudándonos a sentirnos plenos con lo que tenemos.

Mientras los Yamas nos invitan a refinar nuestra interacción con el mundo, los Niyamas nos guían hacia una autoexploración profunda. Este equilibrio entre lo externo y lo interno crea una práctica integral que no solo transforma nuestra vida, sino que nos prepara para alcanzar los estados más elevados de meditación y autoconocimiento.

En esencia, los Yamas y Niyamas trabajan como dos caras de la misma moneda, recordándonos que el crecimiento espiritual requiere tanto de una conexión armoniosa con el mundo como de un profundo compromiso con nuestro propio ser.

mujer meditando yoga con yamas y niyamas

Críticas y Controversias

Los principios de los Yamas y Niyamas, aunque fundamentales para muchas prácticas de yoga, han enfrentado críticas y generado controversias en diversos contextos.

Una de las principales críticas gira en torno a la aparente inconsistencia en la aplicación de estos preceptos éticos entre practicantes y profesores de yoga.

Casos de instructores de yoga que incumplen contratos éticos o muestran comportamientos poco profesionales destacan una desconexión entre las enseñanzas de los Yamas y Niyamas y su implementación en la vida cotidiana.

Esta inconsistencia plantea interrogantes sobre la eficacia de integrar estos principios en la pedagogía contemporánea del yoga, ya que muchos educadores no logran incorporar los estándares morales y éticos que se supone deben promover.

Además, el énfasis en la responsabilidad personal y la conducta ética ha dado lugar a debates sobre las implicaciones sociales más amplias de las acciones individuales.

Los críticos argumentan que, cuando los practicantes ignoran estos principios, las consecuencias pueden ir más allá de lo personal y afectar a la comunidad en general.

Por ejemplo, el caso de un maestro de yoga que no aseguró un seguro médico, lo que llevó a un esfuerzo comunitario para recaudar fondos para sus gastos médicos, ilustra cómo los fallos individuales en responsabilidad pueden imponer cargas a otros.

Otro tema significativo de controversia es la interpretación de Aparigraha, o la no posesividad. Los críticos sostienen que el énfasis en el desapego puede, en ocasiones, dar lugar a malentendidos sobre la naturaleza de las relaciones y responsabilidades dentro de una comunidad.

El desafío radica en equilibrar el desapego personal con las obligaciones sociales que surgen de las interacciones con los demás.

Esta tensión se complica aún más por la influencia del ego en la práctica; la comparación y la competencia pueden dificultar la verdadera incorporación de Aparigraha, ya que los practicantes pueden apegarse a una autoimagen distorsionada basada en la validación externa.

Además, existen preocupaciones sobre la comercialización del yoga en contextos modernos, donde los marcos espirituales y éticos originales de los Yamas y Niyamas pueden verse eclipsados por un enfoque en la práctica física y el consumismo.

Esta mercantilización corre el riesgo de reducir el yoga a un simple régimen de ejercicio, dejando de lado las dimensiones filosóficas y de estilo de vida integrales que los Yamas y Niyamas fueron diseñados para fomentar.

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