Ashtanga Yoga es una práctica física y mental profundamente arraigada en la antigua tradición del yoga.
Conocido por su secuencia específica de posturas (asanas) y su enfoque en el vínculo entre la respiración y el movimiento, el Ashtanga Yoga es un método desafiante y dinámico que puede proporcionar numerosos beneficios físicos y espirituales.
En el núcleo de esta práctica están las posturas de Ashtanga Yoga.
Las asanas de Ashtanga Yoga se organizan en seis series, cada una con un nivel de dificultad y un enfoque de trabajo corporal específico.
La primera serie, conocida como Yoga Chikitsa, se centra en la alineación del cuerpo y la desintoxicación.
La segunda, Nadi Shodana, purifica el sistema nervioso. Las series posteriores se centran en la fuerza y la resistencia.
Virabhadrasana
Una asana clave en la primera serie es la postura del Guerrero (Virabhadrasana).
Esta postura fortalece las piernas, abre las caderas y el pecho, y promueve la concentración y el equilibrio. También ayuda a cultivar una sensación de poder y coraje.
Adho Mukha Svanasana
Otra postura fundamental en Ashtanga Yoga es la postura del Perro Boca Abajo (Adho Mukha Svanasana).
Esta asana estira y fortalece los hombros, los isquiotibiales, y la columna vertebral, mejora la circulación sanguínea, y ofrece un suave estiramiento inverso.
Utkatasana
La postura de la Silla (Utkatasana) es otra asana esencial en la serie de Ashtanga. Esta postura fortalece las piernas, mejora el equilibrio y la concentración, y puede ayudar a cultivar la determinación y la resistencia.
Características de las Asanas en el Ashtanga Yoga
El Ashtanga Yoga es más que una serie de posturas. Es una práctica que integra el cuerpo, la mente y el espíritu.
En su núcleo está la práctica de las ocho «ramas» o aspectos del yoga, que incluyen las asanas, la respiración (pranayama), los códigos de conducta ética (yamas y niyamas), la concentración (dharana), la meditación (dhyana), y la realización espiritual (samadhi).
El Ashtanga Yoga también enfatiza la importancia de la «vinyasa», la sincronización de la respiración con el movimiento.
Esta combinación de respiración y movimiento genera calor interno que purifica el cuerpo, y crea un flujo rítmico que puede llevar a un estado meditativo.
En resumen, las posturas de Ashtanga Yoga ofrecen una forma desafiante y dinámica de yoga que puede ayudar a fortalecer y estirar el cuerpo, mejorar la concentración y la respiración, y promover una mayor conciencia y tranquilidad mental.
Ya sea que estés buscando mejorar tu fuerza y flexibilidad, explorar la meditación en movimiento, o sumergirte en una práctica de yoga más espiritual, el Ashtanga Yoga tiene mucho que ofrecer.
Contents